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Problemas por utilizar abrasivo con suciedad

Entre los residuos que pueden ser encontrados en abrasivo se puede nombrar polvo del propio abrasivo, cascarilla de laminación, partes de soldadura, alambres, arandelas y tornillos. La presencia de este tipo de suciedad en el proceso de granallado (chorreado) reduce la adhesión que la superficies deberían tener. Los contaminantes finos provocan desgaste acelerado en el equipo, mientras los demás pueden provocar roturas en el equipo de granallado.

Abrasivo de granallado con suciedad

No tener un control efectivo del mix operacional termina por aumentar el riesgo de falla precoz en el revestimiento, como rasgados u oxidación superficial.


La granalla libre de contaminantes lleva a la mitad de desgaste de las partes. Para tener un abrasivo limpio, es necesario tener un sistema de limpieza. El sistema separa las partículas finas o polvo del abrasivo reciclado para un granallado efectivo.


Al no utilizar un sistema de limpieza, los equipos se desgastan prematuramente. Además, el abrasivo sucio no permite remover efectivamente el revestimiento y baja la velocidad del granallado, reduciendo la productividad de la operación.


La seguridad también se coloca en riesgo porque la visibilidad del operador del equipo es perjudicada. La ineficiencia del proceso puede llevar a un trabajo muy demorado en función de que el operador lleva más tiempo para finalizar el servicio al necesitar parar para limpiar el polvo para verificar cómo está operando.


CMV® cuenta con un equipo limpiador de granalla: https://www.cmv.com.es/limpiador-de-granalla




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